La pandemia revoluciona la vivienda: las compras de chalés, en máximos históricos.

La pandemia ha rejuvenecido los chalets y las zonas del interior. El Colegio de Registradores ha puesto cifras este lunes a la sensación que tenían desde hace meses inmobiliarias y agencias, destacando en su estadística registral que, entre julio y septiembre, las viviendas unifamiliares protagonizaron el 20,4% de las compraventas totales. Un máximo histórico para este segmento.

El coronavirus es el responsable de esta particular «mutación» del inmobiliario. Ante el auge de fenómenos como el teletrabajo y las restricciones a la movilidad, cada vez más españoles se decantan por viviendas grandes y con espacios abiertos como jardines y piscinas. El análisis de los registradores refleja que la superficie media de las viviendas adquiridas en el tercer trimestre volvió a crecer (un 0,8%), alcanzando también máximos históricos: 101,7 metros cuadrados.

En el caso de la vivienda nueva la superficie media transferida es de 110,2 metros; en el de las casas usadas, 100,25 metros cuadrados. Y si se atiende solo a las operaciones con pisos, también sobresale este mayor interés por los espacios amplios. Más de la mitad de las operaciones con pisos del tercer trimestre (el 53,3%) fueron compras de viviendas de más de 80 metros cuadrados.

Son dimensiones difíciles de encontrar en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona. Es por ello que, tal y como informó ABC, en los últimos meses parte de la demanda se ha trasladado a zonas periféricas. El Colegio de Registradores incide en que Madrid capital aglutinó en el último trimestre el 47,3% de las operaciones producidas en la provincia. A mediados de 2015, en cambio, tenía un peso del 57,7%. Una evolución similar a la vivida por Barcelona, que tenía un peso del 36,1% en 2014 y ahora protagoniza el 23,8% de las ventas.

«Los datos anteriores apuntan a una cierta inercia hacia la búsqueda de vivienda en núcleos poblacionales con menor densidad, pero deberán ser confirmados en posteriores trimestres dado que son modificaciones en la forma de vida que normalmente requieren un periodo de tiempo más o menos amplio, por ser decisiones familiares y personales relevantes, y por tanto no suelen provocar reacciones inmediatas», puntualizan los registradores.

Desde un punto de vista general, la estadística del Colegio refleja que la vivienda ha comenzado ya su recuperación particular. Tras un segundo trimestre nefasto, en el que las operaciones se hundieron un 42,2%, la compraventa de vivienda reflejó una caída de las ventas del 16,6% entre julio y septiembre, hasta las 102.197 operaciones. En vivienda nueva se han registrado 22.269 compraventas (un intenso crecimiento del 58,5% sobre el trimestre anterior), mientras que la vivienda usada registró 79.548 operaciones, con un incremento trimestral del 27,8%.

Fuente: ABC